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Comenta: Daniel Torres
Grupo
Espírita Nueva Generación
El
desarrollo de la ciencia y la tecnología ha brindado un gran aporte en el
esclarecimiento de tantos enigmas, misterios y mitos que han rodeado la vida de
grandes personajes, los cuales han sido creados a lo largo de la historia para
darle sostenibilidad y perpetuidad a instituciones o movimientos religiosos que
los han tenido como si fuesen “marcas comerciales”.
En
un artículo publicado por internet: 10 misterios que rodean a Jesús de Nazaret,
se describe el aporte que han dado las investigaciones, luego de las evidencias
encontradas en relación a la vida de uno de los personajes más importantes que
ha vivido en este mundo. Al respecto, transcribimos algunas apreciaciones
descritas en el artículo en mención y que generado variadas reacciones:
“El evangelio de la esposa de Jesús -
Karen King, profesora avalada por el prestigio de la Universidad de Harvard,
descubrió un papiro copto del siglo IV en el que puede leerse: "Jesús les
dijo: mi esposa…". La profesora presentó su hallazgo en el Congreso
Internacional de Estudios Coptos en Roma.
“Roger
Bagnell, director del Instituto para los Estudios del Mundo Antiguo, avaló la
autenticidad del papiro que Karen King supone pertenece a un evangelio perdido
llamado "Evangelio de la esposa de Jesús", posiblemente escrito en la
segunda mitad del siglo II y traducido posteriormente al copto.
“La tumba de Jesús - El 28 de marzo de
1980 se descubrió una tumba en Talpoit, Jerusalén, de más de 2000 años de
antigüedad, y los estudios realizados en osarios de piedra caliza aportaron la
posibilidad de que el sepulcro pertenezca a Jesús y a su familia.
La tumba de Talpiot, donde según
descubridores, están los restos de Jesús, hijo de José.
“Por
ahora la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA) ha analizado el ADN mitocondrial
de todos los cuerpos y han descubierto que todos pertenecen a la misma familia.
Además en la tumba se encuentran tallados los siguientes nombres: Yehshúah bar
Yoshef (Jesús hijo de José), Mariamne e Marah (Mariane “la maestra”), Yehudah
Bar Yehshúah (Judas hijo de Jesús), Yosha (José), Mariah (María) y Matthiyah
(Mateo).
“María Magdalena fue su esposa - El
doctor Carney Matheson del laboratorio del laboratorio Paleo – DNA de Lakehead
University de Ontario, Canadá, logró extraer el ADN mitocondrial de los restos
de la tumba de Talpoit y descubrió que María Magdalena y Jesús de Nazaret no
poseían el mismo código genético; lo que ha creado la especulación de que
posiblemente estuvieron casados, sobre todo cuando en el evangelio se menciona
que había tres mujeres que siempre caminaban con él: María su madre, su hermana
y María Magdalena.
“El hijo de Jesús - Tras el
descubrimiento de la tumba de Talpoit y los estudios realizados en ella se
encontró en el último osario una inscripción en arameo "Yehudah Bar
Yehshúah" (Judas hijo de Jesús), por lo que surgieron especulaciones de
que posiblemente Jesús de Nazaret tuvo un hijo. Sin embargo no existe evidencia
concreta de ello.”
Imaginemos
el impacto que producirían tales afirmaciones en el campo de la religión y sus
instituciones si se llegase a confirmar de manera incuestionable alguno, o
todos los hechos mencionados. De nuestra parte, no quitaría en lo más mínimo el
lugar que Jesús ocupa como modelo de moralidad y elevada espiritualidad, porque
siempre hemos visto en él a un hombre pleno de virtudes y no a un Dios como se
le ha querido presentar. ¿Qué hay de reprobable, el que haya tenido esposa e
hijo(s)?, ¿acaso es eso contrario a la ley natural?, ¿no sería eso motivo de
mayor admiración al cumplir responsabilidades familiares y al mismo tiempo con
una digna misión?
Una de las teorías por demás decir fantasiosas,
fue la propuesta por Jean Baptiste Roustaing: la del Jesús fluídico, la cual
consiste en afirmar que nunca estuvo encarnado, sino su representación física
fue producto de un fenómeno de materialización que lo acompañó a lo largo de su
existencia, evitando de esta manera el sufrimiento. Tal afirmación fue
duramente cuestionada, e inconsistente a la luz de toda lógica. Si se tuvo con
esta teoría la intención de divinizarlo, el resultado fue contrario, porque
hace ver los actos de su vida como una escena de teatro provocando engaño y
sufrimiento a todas luces. ¿Será esto acorde a la altura moral de sus
convicciones? ¿Por qué pretender alejarlo de su carácter humano, quitándole
mérito a todos los desafíos que tuvo que enfrentar?
El
reconocido escritor venezolano Carlos Brandt en su obra Jesús el filósofo por excelencia es categórico al afirmar: “…Jesús
jamás se llamó Dios en sentido personal. Por lo contrario, las citas bíblicas
demuestran que él se creyó humano, hijo del hombre, siendo tres siglos después
de su muerte, que los cristianos se atrevieron a convertir en un ídolo, en un
Fetiche, al hombre que más combatió la idolatría y el fetichismo…”
En
fin, cada quien lo muestra de la manera que mejor considere y acomoda su pensamiento como mejor le
convenga, lo cierto es que se hace más énfasis en la forma que en el fondo, y
esa es una clara respuesta del porqué sus enseñanzas siguen estando ausentes en
la conciencia de la humanidad.
Como
espiritas valoramos la altura de su pensamiento, y más que entrar en el mundo
de las conjeturas sobre si tuvo hijos o esposa, si fue alto o bajo, nos convoca
algo más importante aún: la práctica de su moral y la sensatez de sus ideas.