Por: Daniel Torres
Grupo Espírita Nueva Generación de Guatemala
De acuerdo con la propuesta ética del Espiritismo, el
intercambio interinstitucional debiera ser armonioso por naturaleza. Sin
embargo, en el plano vivencial eso no siempre sucede. Lamentablemente las
debilidades humanas están a la orden del día, y se les da vía libre cuando
dentro de la misma organización no hay un contrapeso colectivo que permita
regular este tipo de comportamientos.
Entre los
aspectos que invitamos a reflexionar personal o colectivamente, para favorecer
el relacionamiento sano y constructivo están:
El respeto: Merece
recordar una de las frases expresada notablemente por Benito Juárez y que ha
quedado anclada en la conciencia de la humanidad por su altura y profundidad
ética: “El respeto al derecho ajeno, es la paz”. Esto se traduce en la no intromisión de las
decisiones y asuntos internos de las instituciones, como también en la negativa
a aceptar la coacción por cualquier medio de personas u organizaciones con el
fin de consolidar sus propios intereses, que por lo general van fuera del campo
de la ética que nos propone el Espiritismo.